Arce Gómez tenía que ser el "presidente"

Golpe militar de 1980

(*) Tomás Molina Céspedes

En Chonchocoro conversé largamente con el Cnl. Luis Arce Gómez y en algún momento me sorprendió con la revelación de que el 17 de julio de 1980 hubo una disputa por el poder entre él y el Gral. García Meza.

Le pedí que ahonde en el tema y me dijo: 

“Banzer me ofreció la presidencia, aunque después me traicionó. Yo empecé a preparar el golpe con mis paramilitares, bajo el asesoramiento directo de Klaus Barbie, que trajo gente del exterior (Novios de la Muerte) para apoyarme.

Recordará usted, que el primer día del golpe no salió el ejército, ese día los que tuvieron rol protagónico fueron mis paramilitares que tomaron la COB, el Palacio Legislativo, el Palacio Quemado, etc., mientras García Meza, Bernal y Terrazas estaban de escapada a la embajada argentina de donde me llamaban para preguntarme si la COB había declarado la huelga general…

Yo me atrincheré en el Palacio de Gobierno y a eso se debe que García Meza se posesionó en el Cuartel de Miraflores…"

- ¿Usted no tenía igual temor de que el golpe fracase por la huelga general de la COB?

Qué temor iba a tener yo si los tenía presos a Lechín y Reyes, estos dos estaban en mis manos y con ellos en mi poder nadie iba a hacer nada en nuestra contra.

Además le digo que yo los traté a ambos como a amigos, incluso a Lechín lo llevaba a almorzar y cenar a mi casa, porque era muy amigo de mi padre y una gran persona…

- De haber sido Presidente ¿qué tipo de gobierno hubiese instalado?

Una dictadura, y sabe por qué, porque este pueblo no sirve para la democracia, es un pueblo que necesita mano dura para avanzar…

No puede existir una democracia con anarquía, la anarquía es perjudicial para el desarrollo de un país, porque lo que necesitamos es disciplina, trabajo, orden, desarrollo y todo esto hubiésemos tenido en mi gobierno.

Yo hubiese sido dictador, sí señor, al estilo de Franco, Trujillo, Somoza, Stroessner, Pinochet y seguiría en el poder por 20, 30 años…

- En su concepto ¿García Meza no tenía condiciones para ser dictador?

¡No!, García Meza no tenía carácter, tenía la mala costumbre de dar gusto a todos y quien da gusto a todos, quien complace a todos no tiene pasta de dictador.

Yo soy harina de otro costal, yo tengo carácter para imponer mis decisiones. Yo tengo sangre germana en mis venas, mi padre era descendiente de alemanes, a mi no me tiembla la mano para tomar una decisión.

Yo tengo la disciplina metida en mi sangre y por consiguiente soy cien veces mejor que cualquier otro para tomar decisiones…

Si usted hizo el golpe con sus paramilitares ¿entonces de cómo aparece como Presidente García Meza? 

Por la traición de mi promoción, donde estaban Kuramoto, Rodrigo Lea Plaza, Shiriqui y otros, que cuando el golpe estuvo consolidado se volcaron y dieron su apoyo a García Meza por instrucciones de Banzer.

Y, ¿a qué se debió el cambio de Banzer?

A que consiguió lo que perseguía desde un primer momento, hacer matar a Marcelo Quiroga Santa Cruz, que era lo que buscaba con insistencia y al parecer era lo único que le interesaba.

Incluso, dos días antes del golpe, ofreció traerme gente de Santa Cruz, pero yo le dije que no hacía falta, que aquí yo tenía más de 1.000 paramilitares y comandantes que me apoyaban, aunque Banzer aquí también tenía su propia gente, que es la que ingresó al local de la COB con la clara y terminante instrucción de matar a Quiroga Santa Cruz, misión que la cumplieron a cabalidad… 

(No desperdicié la ocasión y le lancé la pregunta inevitable) 

¿Dónde están los restos de Marcelo?

La pregunta dio lugar a una prolongada y detallada respuesta que consta en el libro “CON EL TESTAMENTO BAJO EL BRAZO”.

Dijo, que el Gral. Banzer tuvo directa relación con la muerte de Quiroga Santa Cruz. 

¿Quién disparó contra Marcelo?, fue la siguiente pregunta y ésta la respuesta.

El Killer, no recuerdo su nombre, pero le decían Killer, él sabe todo.

Esa muerte no estaba en mis planes, por ello cuando yo interrogué a los tres muchachos que subieron a la COB y lo ejecutaron, todos ellos me dijeron que fue el Gral. Banzer quien instruyó dicha muerte.

Es más, me dijeron que fueron a la COB con la exclusiva misión de matar a Quiroga Santa Cruz. 

¿Marcelo murió en la misma COB o llegó con vida al gran cuartel de Miraflores?

Llegó muerto al Estado Mayor, ¿Me entiende? ¡Muerto!, yo lo vi con mis propios ojos.

En el Estado Mayor todo el tiempo estuvo en la ambulancia en la que lo trajeron, ni siquiera lo bajamos para verlo, ahí estuvo mientras se decidía qué hacer con su cadáver.

Me llamó Banzer y me dijo que yo debía entregarlo a su esposa ¿comó?, le respondí.

Yo no ordené matarlo, yo no lo maté, consiguientemente no puedo asumir la responsabilidad de entregarlo a su esposa, que con seguridad me insultará.

Usted fue el que ordenó esta muerte y es usted quien tiene que hacerse cargo del cadáver. Yo no puedo cargar con el muerto, le dije.

Le pedí a Banzer que envie a alguien de su partido para hacerse cargo del caso, pero él me dijo que no podía comprometer a su partido haciendo entregar a su familia el cadáver, por lo que me dijo que enviaría gente para llevarselo.

Como que más o menos a las 5 de la tarde, por encargo del ex Prefecto de Santa Cruz, Wilden Razuk, me buscó el mayor de aviación Revollo, que después pasó al ejército.

Este mayor llegó junto a su ayudante, cuyo nombre no recuerdo y me pidieron la entrega del cadáver para llevarlo a Santa Cruz en el avión de Razuk que recuerdo era un turbo 206.

Les entregamos el cadáver en un cajón de metal. Esto yo recuerdo nítidamente, fue en una caja de latón que les entregamos el cadáver y después no supe que pasó. 

¿Wilden Razuk estuvo en la entrega?

No, Razuk no vino, vino el piloto y otro muchacho que también ya se murió. Yo sólo sé hasta ahí, hasta la entrega del cadáver, nada más, esto quiero que usted me entienda, después no supe nada más. 

Entonces ¿Por qué dijo que el cadáver de Marcelo Quiroga Santa Cruz fue enterrado en la finca de Banzer en Santa Cruz? 

Porque tiempo después, cuando yo ya no era Ministro del Interior, me encontré con Banzer en el aeropuerto de Santa Cruz, más o menos a las 5 de la tarde.

Él estaba con dos acompañantes y me dijo que tenía urgencia de viajar a su finca en San Javier, por lo que yo me brindé llevarlo en mi avión, pues yo soy piloto, como le dije.

Banzer aceptó mi ofrecimiento y volamos a su hacienda, con el compromiso de quedarnos ahí, pues ya no daba para volver el mismo día a Santa Cruz… Aquella noche pernocté en su hacienda y Banzer me colmó de atenciones…

(Al parecer aquella noche bebieron y entre trago y trago Arce Gómez preguntó a Banzer qué hizo con el cadáver de Marcelo que le envió, recibiendo por respuesta que lo tenía enterrado en su finca)

Al día siguiente, --continúa Arce Gómez-- antes de volver a Santa Cruz, Banzer me invitó a dar un paseo por su hacienda… y en algún momento se paró en un recodo de la finca y me dijo… 

(Aquí la paro, no quiero abusar de la paciencia ni el tiempo de mis lectores, el relato es extenso y vale la pena que lo conozcan íntegro en el libro mencionado) Saludos.

(*) Abogado y escritor